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Hay más de una manera de enseñar a un niño a escribir

Es difícil deshacerse de los malos hábitos de la escritura manual cuando ya se es adulto. ¿Hay algo que se pueda hacer?  

La escritura manual no disfruta de la misma consideración que tenía en otro tiempo. Antiguamente, había que echar mano del bolígrafo y el cuaderno, pero hoy son los smartphones, las tabletas y los ordenadores portátiles los que marcan la pauta. Sin duda, esta evolución resulta práctica, pero se está perdiendo perspectiva del significado más profundo que encierra la escritura manual, que es algo más que una simple expresión extravagante de nuestra personalidad. Un estudio ha demostrado que los sujetos observados que hacían anotaciones a mano presentaban mayor actividad cerebral que aquellos que recurrían al uso de un teclado, lo cual sugiere que las habilidades motoras y la memoria están estrechamente vinculadas. En 2015 un estudio realizado por la Asociación de Docentes Alemanes y por el Instituto de Habilidades Motoras de la Escritura entre personal docente reveló que tan solo el 20 % de los estudiantes de secundaria en Alemania tienen una caligrafía aceptable. El estudio también declaró que solo el 38 % eran capaces de escribir cómodamente durante más de 30 minutos. Por tanto, es muy evidente que aprender a escribir en la escuela primaria es de vital importancia. Un proyecto de los Países Bajos ha revelado ahora innovadoras medidas para tratar los problemas de escritura.

Dominando los movimientos de la mano desde el principio

Cuando se repite el mismo movimiento una y otra vez, se queda grabado en el subconsciente.

El robot de escritura «Sqriba», desarrollado conjuntamente por estudiantes de la Universidad de Ciencias Aplicadas de La Haya y la Universidad de Tecnología de Delft, aprovecha el movimiento repetitivo para mejorar la escritura manual. Philip Schara fue uno de los entregados estudiantes que trabajó en este proyecto, y lo está llevando más allá, con su flamante empresa Jemax Robotics. «Se trata en realidad de un principio sencillo. Cuando se repite el mismo movimiento una y otra vez, se queda grabado en el subconsciente. Esto también se conoce como «memoria muscular»», explica Schara. Como resultado, desarrollar una escritura manual enrevesada o poco estilizada (conocida en el argot como «garabatos») a una edad temprana significa que a la persona va a resultarle difícil corregirlo más tarde. Sqriba intenta evitar que esto suceda desde el principio y rectifica los problemas específicos de agarre.

Los niños en edad escolar se guían con un lápiz especial que tiene una pequeña bola metálica fijada en un extremo. En lugar de estar controlado por el niño, el lápiz es guiado de forma automática mediante un pequeño aunque potente imán situado bajo el tablero de la mesa, que también es un componente del dispositivo Sqriba. Una pequeña pantalla táctil muestra a los alumnos la letra que están escribiendo en ese momento con el lápiz magnético en su forma perfecta. Esta innovadora combinación de retroalimentación motora y visual crea un nuevo tipo de experiencia de aprendizaje que ayuda a los niños pequeños en edad escolar a aprender la forma correcta de formar las letras mientras juguetean con esta emocionante tecnología.

Divertirse escribiendo

El soporte básico que sujeta todos los elementos está hecho con tecnología de perfiles del sistema de construcción modular MB. Al haber trabajado con la tecnología de perfiles de item en numerosos proyectos en su etapa de estudiante de ingeniería mecánica, Schara estaba bastante familiarizado con su versatilidad. Y, ciertamente, tampoco le defraudó con su robot de escritura: «La modularidad de item realmente nos ayudó desde que empezamos a trabajar en el Sqriba. Pudimos probar nuevas ideas y conceptos sin tener que limitarnos de ninguna manera». Pero había otra razón, de índole más bien pragmática, que hablaba en favor de item. «Es una feliz coincidencia, desde luego, que la empresa filial de item en los Países Bajos esté a tan solo 200 metros de la Universidad de Ciencias Aplicadas de La Haya», dice Schara con un guiño.

La verdad es que últimamente se lo pasan mucho mejor escribiendo

Sqriba ya ha sido probado con éxito en tres escuelas primarias holandesas. Una de ellas fue la escuela De Boeier en Lelystad, en la que veinte alumnos de cuarto curso tuvieron la oportunidad de enfrentarse de lleno a sus problemas con la escritura. Sus dificultades no son nada del otro mundo: las letras son demasiado grandes o demasiado pequeñas, no ejecutan el agarre correcto, o simplemente no son capaces de escribir en absoluto. Pero practicando con Sqriba a diario los estudiantes fueron capaces de mejorar sustancialmente su caligrafía. La maestra de escuela Ellen de Jong está entusiasmada: «Estoy viendo claros progresos, la escritura manual de los niños es más firme. Y la verdad es que últimamente se lo pasan mucho mejor escribiendo». Se han planificado otras pruebas para un futuro próximo en grupos de cursos inferiores, con el fin de ayudar a los estudiantes a escribir más rápido, por ejemplo. Sqriba estará disponible para la venta en los Países Bajos en septiembre de 2018.

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