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Poka-Yoke: un enfoque sistemático para prevenir errores

Aplicar correctamente el principio de prevención de errores conocido como Poka-Yoke puede incrementar notablemente la eficiencia en la producción.

Como el concepto de los 7 Muda deja claro en particular, evitar errores es una de las ideas clave de la producción Lean. Al mismo tiempo, la filosofía Lean establece que la perfección absoluta es inalcanzable. Sea por falta de materiales, por el error humano o por coincidencias imprevistas, nunca se puede tener el control total. Sin embargo, lo que tienen de especial los métodos de producción Lean es que le dan la vuelta a esto de manera positiva, con el objetivo explícito de mejorar los procesos cada vez más. En otras palabras, tratan de alcanzar la mejora continua. Poka-Yoke no es distinto, ya que ofrece técnicas para prevenir errores inadvertidos y accidentales (“poka” significa errores por descuido o desgracia y “yoke” significa “prevención”). Si sabemos lo que está causando un error, podemos tomar medidas preventivas utilizando dispositivos técnicos, marcas de colores o listas de comprobación. Pero además de optimizar los procedimientos existentes, Poka-Yoke también se puede utilizar para mejorar procesos nuevos en la etapa inicial de planificación.

¿Qué es Poka-Yoke y qué ejemplos existen?

Shigeo Shingō (1909-1990) es cofundador del Sistema de Producción Toyota y conocido por ser el inventor del Poka-Yoke. La inspiración del concepto de Poka-Yoke nació de la experiencia de Shingō en control estadístico de la calidad. Estaba cada vez más frustrado porque, aunque los controles de calidad pueden detectar errores, las causas de esos errores radican en el proceso productivo. Una frase de Shingō que sigue influyendo en la gestión de calidad hasta el día de hoy es que “la calidad no se controla, se produce”. Más aún, cuanto más se tarda en descubrir los errores, más cuesta corregirlos. Además, comprobar los resultados del trabajo no añade ningún valor, solo cuesta tiempo y dinero, incluso cuando no se detecta ningún error. Por tanto, Poka-Yoke revela cuál es la causa de los errores lo antes posible, utilizándolo como base para implementar medidas correctoras específicas.

Una queja planteada por el director de una fábrica de Toyota a principios de la década de 1960 es un buen ejemplo de este método en la práctica. Al montar un interruptor, los trabajadores de la fábrica solían olvidarse de colocar uno de sus dos muelles. Estaba claro que limitarse a recordarles su error no era suficiente. Shingō encontró una solución que era tan sencilla como eficaz: organizar que todas las estaciones de montaje incorporasen un soporte para muelles. Antes de que los trabajadores pudieran comenzar a trabajar, tenían que colocar los dos muelles en el soporte, de modo que si creían que habían terminado de montar un interruptor, solo tendrían que echar un vistazo al soporte para comprobar si habían olvidado algo. Esto puede parecer trivial, pero pone de relieve un aspecto decisivo del trabajo manual: es muy fácil descuidarse cuando se realiza la misma tarea una y otra vez. Es por esto que Poka-Yoke trata de revelar las causas de los errores y establecer procesos estándar apropiados.

Poka-Yoke: ejemplos y enfoques

En el proceso productivo se producen errores por muchas razones. Por ejemplo, puede que los trabajadores omitan inadvertidamente o confundan etapas de trabajo porque pierden concentración. Es especialmente fácil que esto ocurra cuando se realizan tareas repetitivas y monótonas. También pueden producirse malentendidos a causa de instrucciones de trabajo o tableros de anuncios poco claros. En un principio, Shingō dio a este concepto el nombre de “Baka-Yoke”, que se traduciría al inglés como “a prueba de tontos”, pero decidió cambiarlo porque, comprensiblemente, a los trabajadores no les gustaba demasiado. La primera opción de Shingō tampoco habría reflejado adecuadamente sus intenciones. En lugar de pasar por encima de los trabajadores para tomar decisiones o reprenderles, la idea que subyace en el Poka-Yoke —como en la producción Lean en general— es que cualquier medida que se adopte debe garantizar que los trabajadores puedan hacer su trabajo lo más eficiente y correctamente posible. Involucrar a los trabajadores en la resolución de los problemas es otro aspecto importante de Poka-Yoke,

especialmente para analizar la causa de un error, que es por donde el principio Poka-Yoke dice que hay que empezar siempre cuando se analiza una situación en retrospectiva. Una vez hecho esto, hay que considerar sobre todo los siguientes mecanismos de solución potenciales: detección, inicio, regulación. Los mecanismos de detección incluyen sensores que controlan aspectos como la temperatura, la presión o el color. Los mecanismos de inicio pueden dividirse en tres categorías:

  • El método de contacto: Los sensores también pueden utilizarse en este método para asegurarse, entre otras cosas, de que la siguiente etapa de trabajo solo pueda llevarse a cabo una vez instalados todos los componentes.
  • El método del valor fijo: Al final de una etapa de trabajo, los empleados comprueban de manera rigurosa si efectivamente han completado todas las tareas necesarias.
  • El método de las secuencias de movimiento: Con este método se comprueban las secuencias estándar de movimiento de un proceso

Por último, hay dos opciones para los mecanismos de regulación. Por una parte está el método de intervención (el proceso se detiene automáticamente en caso de irregularidad) y, por otra, el método de alarma (se advierte del error por medio de señales acústicas o visuales). Lo ideal es tener en cuenta el mecanismo adecuado cuando se planifica un nuevo proceso, es decir, antes de implementarlo, ya que solo entonces puede Poka-Yoke alcanzar todo su potencial.

Poka-Yoke duro y blando

Otra cosa que hay que saber es la diferencia entre Poka-Yoke duro (medidas que evitan errores) y Poka-Yoke blando (medidas que señalan un posible error). Los cajeros automáticos son un claro ejemplo de Poka-Yoke duro. El usuario solo puede retirar el dinero una vez que ha retirado la tarjeta del cajero, para evitar que se vaya sin ella. Es posible que se olvide la tarjeta si ha podido sacar el dinero primero. Un ejemplo de Poka-Yoke blando es el punto térmico que pueden llevar las sartenes. Cuando la sartén alcanza la temperatura adecuada, el punto se vuelve totalmente rojo y el patrón que se podía ver claramente hasta ese momento desaparece. Esto ayuda al usuario a evitar la mayoría de los errores que se cometen al freír alimentos. No obstante, no es posible descartar por completo la posibilidad de error, ya que todavía puede ocurrir que la sartén esté demasiado caliente o demasiado fría, lo que demuestra claramente que este es un ejemplo de Poka-Yoke blando.

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