Por eficiente que sea la actual operativa de producción de una empresa, siempre será posible una mejora significativa; todo gracias a los macrodatos.
Las empresas de ingeniería mecánica comprometidas con la producción Lean, el proceso continuo de mejora y el diseño digital han tomado el rumbo correcto hacia la optimización de la eficiencia en la producción. Aun así, tal y como demuestra un ejemplo europeo, las posibilidades de los macrodatos comienzan a desplegar un enorme e inusitado potencial. Según la firma consultora de negocios McKinsey & Company, una empresa concreta del sector químico, que ha superado regularmente los estándares de la industria en cuanto al rendimiento promedio desde la década de 1960 gracias a mejoras constantes de sus procesos, experimentó avances mucho más significativos tras la introducción de los macrodatos. Los costes energéticos han descendido, según los informes, en un 15 % y el despilfarro de materias primas se ha reducido hasta en un 20 %. Estas impactantes cifras dan pistas para explicar por qué los macrodatos también son relevantes en el ámbito de la ingeniería mecánica. Pero ¿qué son exactamente los macrodatos?
¿Qué son los macrodatos y cómo funcionan?
Al hablar de macrodatos nos referimos a volúmenes de datos que son imposibles de interpretar utilizado métodos convencionales de tratamiento de datos. Esto puede suceder por causa de su tamaño o su complejidad, porque cambian con demasiada frecuencia o porque no están lo suficientemente bien estructurados. Por otro lado, el término macrodatos también hace referencia al análisis y la utilización de los mencionados volúmenes de datos. Así, cuando decimos «macrodatos», hablamos tanto de los volúmenes de datos que no se pueden evaluar de un modo convencional como del uso de métodos avanzados para su análisis automático.
El término macrodatos se refiere a grandes volúmenes de datos y a los avanzados métodos necesarios para interpretarlos.
Sobre esta base, se pueden ofrecer más detalles acerca de las destacadas mejoras del ejemplo que mencionábamos anteriormente. Mediante el uso de un tipo de inteligencia artificial, la empresa química en cuestión analizó los volúmenes de datos generados durante la producción para determinar las repercusiones de distintos factores en el rendimiento de la producción, entre ellos la presión, temperatura y cantidad de refrigerante y el flujo de dióxido de carbono. La empresa se benefició de la reducción de los costes energéticos y la disminución del desperdicio de materias primas antes mencionados tras adaptar sus parámetros de producción basándose en estos análisis.
El papel de los macrodatos en la ingeniería mecánica
Por tanto, las evaluaciones basadas en el principio de los macrodatos pueden ser eficaces siempre que se generan volúmenes masivos de datos en el proceso de creación de valor o cuando existen tantas variables implicadas que sus efectos en la eficiencia no se pueden determinar mediante métodos convencionales. Así, en ingeniería mecánica, los macrodatos se pueden aplicar, por ejemplo, en la producción de maquinaria para identificar su potencial oculto y hacer que los procesos de producción sean más eficientes. Pero no hay brillo sin sombras. A la hora de recopilar grandes volúmenes de datos, es imprescindible asegurarse de que su procesamiento y almacenamiento cumplen con las regulaciones en cuanto a la protección de datos, especialmente en lo que se refiere a los datos relacionados con clientes.
No obstante, tampoco se debe subestimar el factor humano. Después de todo, se requiere un buen número de especialistas con la capacidad necesaria para integrar e implementar macrodatos, y el personal debe estar dispuesto a trabajar en un entorno basado en datos. A pesar de que a algunos empleados les pueda resultar difícil confiar menos en su intuición y experiencia y empezar a tomar decisiones basándose principalmente en hechos, merece la pena que las empresas de ingeniería mecánica acometan con decisión el reto de los macrodatos. Afrontar con éxito este desafío será, sin duda, ampliamente recompensado.
Sin embargo, en un futuro será más importante para las empresas de ingeniería mecánica asegurarse de que la maquinaria que fabriquen sea compatible con los sistemas de análisis de datos de sus clientes. Aunque solo alrededor del 8 % de las pequeñas y medianas empresas alemanas utilizan actualmente el análisis de macrodatos, aproximadamente un 46 % consideran que los macrodatos son muy importantes, tal y como se indica en el estudio (en alemán) «Der Rohstoff des 21. Jahrhunderts [= la materia prima del siglo XXI]: Big Data, Smart Data – Lost Data?». Es más, un 35 % de las empresas consultadas se muestran convencidas de que los macrodatos tendrán un papel fundamental en el futuro. Así que es solo cuestión de tiempo que conceptos relacionados con los macrodatos como los métodos de análisis avanzado y el aprendizaje automático se asienten entre nosotros y se conviertan así en una parte indisociable de las operaciones diarias de la ingeniería mecánica.
Los macrodatos serán imprescindibles en la ingeniería mecánica del futuro
Las tecnologías de macrodatos se están empleando también para el mantenimiento predictivo, que forma parte integrante de la Industria 4.0. La más mínima de las anomalías detectadas durante la evaluación automatizada de los datos de los sensores señala los componentes y equipos que necesitan mantenimiento. Estos equipamientos pueden ser reemplazados o reparados según el caso antes de que aumente la tasa de errores o, lo que aún sería más grave, se produzca un fallo total. A largo plazo, por encima de todo, la introducción del análisis de macrodatos ofrece la posibilidad de evitar grandes costes y paros de producción.
Los macrodatos ofrecen a las empresas un atisbo del futuro.
Pero las posibles aplicaciones de los macrodatos en la ingeniería mecánica no se circunscriben a la producción. Un ejemplo de la industria de la automoción demuestra que las empresas de posventa también pueden verse beneficiadas. Los fabricantes de coches pueden valerse de la evaluación apropiada de los informes de taller y la comunicación con los clientes para identificar el origen de los fallos —que, de otro modo, solo se harían evidentes durante el uso diario de los vehículos— antes de que sean de dominio público y den lugar a una publicidad negativa. De manera que, cuando se usan correctamente, los macrodatos ofrecen un atisbo del futuro; un potencial que no tiene por qué costar una fortuna y que puede ser muy valioso.